Según fuentes de la propia guardería de la Consellería do Mar, el protocolo aprobado por la Xunta es una barbaridad. Los bateeiros arrasan sin piedad las rocas de la Costa da Morte.
Las propias Cofradías de pesca, generosamente engrasadas por Mar, hacen la vista gorda ante una de las mayores atrocidades ambientales perpetradas en los últimos años.
Brigadas de recolectores convierten piedras de gran valor ecológico, donde se crían larvas de percebes y otras especies de gran interés económico, en rocas peladas sin ningún valor ambiental y estériles por muchos años.
Desde Sabón hasta Baldaio, toda la costa ha sido puesta al servicio de estos esquilmadores, que campan por sus anchas en toda la linea litoral, a excepción de Cayón y el propio Baldaio.....sigue..+
La ordenanza de Mar causa un estropicio ecológico insotenible a la Red Natura Costa da Morte, ya que las piedras “despejadas” no volverán a su antiguo esplendor antes de muchos años.
Mar permite que cada batea esquilme 3.500 kilos de cría de mejillón al año. Hay 3.337 bates en Galicia.
Mar ha doblegado las mínimas consideraciones de reserva ambiental al sector mejillonero y sacrifica las zonas naturales del norte de Galicia a los intereses de las bateas del sur, que únicamente aprovechan el 20% del producto saqueado.
El resto pasa de la consideración de producto ambiental de primera clase a residuos de tercera.Mientras la conselleira de Pesca es de las pocas que siguen ostentando el cargo desde la entrada de Feijóo.